Ofrecemos cirugía de los conductos biliares para solucionar los trastornos que afectan a los conductos biliares. Los conductos biliares transportan la bilis (líquido que facilita la digestión y la absorción de grasas) desde el hígado y la vesícula biliar hasta el intestino. La bilis también desecha los productos de la depuración del hígado.
La obstrucción de un conducto biliar altera la capacidad del organismo para digerir correctamente los alimentos, lo que provoca inflamación y dolor. Realizamos cirugía para eliminar obstrucciones comunes, incluyendo:
Quistes: Se trata de bolsas de tejido con líquido u otras sustancias en el interior del conducto biliar.
Cálculos biliares: Se producen cuando el líquido biliar se endurece y no puede fluir fuera de la vesícula biliar.
Inflamación o cicatrización: Suele ser el resultado de una enfermedad autoinmune llamada colangitis, en la que el organismo ataca y destruye las células sanas del conducto biliar. La inflamación crónica del hígado (cirrosis) también puede causar inflamación de los conductos biliares.
La función principal de la vesícula biliar es almacenar el líquido biliar hasta que el cuerpo lo precise para la digestión. Se contrae, o aprieta, para liberar la bilis en el intestino después de comer. Los cálculos biliares son uno de los motivos más frecuentes por los que una persona necesita operarse de la vesícula biliar. Otras razones son:
Inflamación: Las infecciones víricas y el SIDA pueden causar inflamación de la vesícula biliar. El cirujano puede recomendar la extirpación de la vesícula después de una infección grave.
Pancreatitis: Los cálculos biliares provocan pancreatitis, es decir, inflamación del páncreas. La pancreatitis puede ser aguda y aparecer de repente, o crónica y durar muchos meses o años.
Pólipos: Son pequeños crecimientos que se forman en el revestimiento interior de la vesícula biliar. La mayoría son benignos, pero el cirujano puede recomendar extirparlos para comprobar si son malignos. Si corre el riesgo de tener pólipos malignos, extirparlos puede reducir esos riesgos.
Realizamos la mayoría de las cirugías de vesícula biliar por vía laparoscópica, incluidas las cirugías para extirpar la vesícula biliar. Este abordaje quirúrgico minimiza las cicatrices y le ayuda a recuperarse más rápidamente. El Dr. Michael Vitale es especialista en este procedimiento.
Las afecciones biliares y de la vesícula biliar pueden causar síntomas de leves a graves. Los signos más frecuentes de un problema son:
Orina oscura
Fiebre o escalofríos
Ictericia, en la que la piel y el blanco de los ojos se vuelven amarillos
Náuseas y vómitos
Dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen, el hombro derecho o entre los omóplatos